miércoles, 25 de agosto de 2010

No a la discriminación


Publicado en Club de Lilith el 1o. de agosto de 2010

Nunca como hoy las palabras intolerancia, discriminación y censura se han difundido tanto en las redes sociales. El señor Gerardo Fernández Noroña ha llamado a uno de sus interlocutores en Twitter “subnormal” “down” y “mongol”. En respueta, La periodista Katia D'Artigues se ha quejado del diputado Noroña ante el Consejo contra la Discriminación, acto que se tomó por un sector de los usuarios en Twitter como censura y por otros como una lucha por la no discriminación. Sin embargo no ha sido el único comentario desafortunado por parte de un político en nuestro país, recordemos aquél que hiciera el entonces Presidente Fox: “lavadoras de dos patas”.

El punto central en este asunto es lo acostumbrados que estamos como sociedad a escuchar que alguien utilice este tipo de términos peyorativos a manera de insulto, siendo que algo tan insignificante como un insulto de esta categoría trae toda una carga educativa e ideológica detrás.

Citemos algunos ejemplos, los niños a quienes se ha llamado “nenitas” por llorar o ser sensibles, es un comentario común, en apariencia no agrede al niño, pese a esto “nenita” hace referencia a ese estereotipo creado por la educación patriarcal en la que sólo se permite a las mujeres ser emotivas y sensibles, limitando de forma casi inperceptible la expresión del niño como individuo libre. Éste no es el único comentario peyorativo para hacer referencia a la mujer pero sí el clásico

Se hacen también comentarios sobre la condición sexual de las personas, las palabras “jotos” “marimachas” e incluso “pervertidos” se han utilizado para ofender y poner en duda la sexualidad del receptor como si la condición homosexual, transexual o trasvesti fuera en sí una ofensa. Al respecto hay quien puede no sentirse ofendido al recibir los calificativos antes mencionados sin embargo trae consigo toda una serie de creencias mal fundadas, el asociar “homosexual” con “perversión” por ejemplo forma parte del argumento utilizado por cierto sector de la sociedad para oponerse al matrimonio entre las personas del mismo sexo y la posibilidad de adopción.

Discriminamos a los gordos. ¿risible? México tiene un grave poblema de obesidad y como problema de salud debe ser controlado. Al respecto deben difundirse medidas de prevensión como el mantener un hábito alimenticio adecuado. Tenemos además otra realidad, ¿la frase “excelente presentación” les suena familiar? Es una de las cláusulas incluidas por las empresas en las bolsas de trabajo. En algunos casos los solicitantes elegidos lo son no por su aptitud sino por su apariencia. En ese sentido ¿no podríamos decir que discriminamos no sólo a los gordos sino a los que no cubren cierto estándar de belleza? Las revistas “de moda” bombardean a diario un estereotipo de mujer que pone bajo presión no sólo a las modelos, también a las jóvenes no olvidemos el caso de Anahí, lo menciono por ser el más reciente.

Otro ejemplo. Como parte del caló de los mexicanos utilizamos palabras como “naco”, “indio” o “malinchista” para referirnos a las personas desagradables. En México la discriminación a la población indígena es un problema latente, ¿catalogar a alguien como indio sólo por la apariencia no es discriminación? El término “malinchista” nos remite a la historia, pero quien lo usa ¿conoce su historia? En la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España Bernal Díaz del Castillo narra cómo Malinalli es hija de un noble o cacique quien muere cuando Malitzin es todavía una niña por lo que su madre se casa con otro cacique. Dicho matrimonio tiene un hijo a quien quieren otorgarle el cacicazgo y Malitizin estorba, deciden entonces correr el rumor de que Malinalli ha muerto para ocultar que la entregaron a unos indios de Xicalango siendo éstos quienes finalmente la ofrecieron a Cortés como esclava. Malitzin logra salvar su vida al conocer las lenguas de los diferentes pueblos con los que Cortés hace trato, ¿a quién debe lealtad Malintzin para ser señalada como traidora?( esta información se encuentra en Capítulo XXXVII de la obra antes citada) Por si esto fuera poco, doña Marina no es Malinche sino Cortés, es en Tlaxcala donde Xicotencatl el viejo llama a Cortés “Malinchi” (Obra antes citada Capítulo LXXIV). ¿Por qué permitir entonces que se utilice un término que es completamente obsoleto? Además de que el uso sólo puede mostrar ignorancia, ¿será para continuar con el arquetipo de la mujer como sinónimo de maldad y traición?

Recientemente el actor Ari Telch fue objeto de burla al señalar su bipolaridad, cuando la bipolaridad es un padecimiento psiquiátrico, las acciones obsesivas del sujeto no son controladas, el paciente presenta períodos maníacos y otros depresivos, el tratamiento es complejo, la lucha constante, si minimizamos el problema con burlas ¿no corremos el riesgo de difundir un mensaje erróneo?

Un caso parecido fue el de Germán Fernández Noroña al llamar a un twittero “down”. El síndrome de Down es una alteración genética del cromosoma 21, es decir hay tres cromosomas 21 en lugar del par. Entendemos ahora que hay personas con “capacidades diferentes” por quienes se ha exigido derechos y no ha sido sencillo fomentar la cultura de la no discriminación. La colocación de rampas en escuelas, incluso la creación escuelas especiales en las que se enseñan oficios a personas con síndrome de Down ha roto con la idea de que poseen retraso mental severo. En Burguer King yo tabajé con una niña con síndrome de Down que estaba encargada del comedor, en otra sucursal un chico atendía a los clientes en la caja registradora. ¿por qué entonces utilizar burlas que fomentan la discriminación?

La ley SB1070 en Arizona nos remite a un problema político y social: los inmigrantes. Si bien como asunto legal y político tiene su razón de ser, lo que es criticable es el estereotipo creado el cual no es siquiera: ilegal-delincuente, sino: latino-delincuente. Puesto que se detiene a las personas por “dudas razonables” es decir por su apariencia. Esto en un país con antecedentes de esclavitud, donde se ha marginado a la población de raza negra y donde a pesar de contar con una población multiracial no se ha terminado de entender la otredad, realmente coloca en riesgo y bajo la mira a un sector de esa población: los latinos.

A reserva de que resulte exagerada esta serie de planteamientos, ¿podríamos negar el fondo real de los comentarios? Es obvio que si vemos sólo un caso y lo descontextualizamos pareciera exagerado, pero omitimos que cada uno de estos comentarios tuvieron un origen. Lamentablemente ese origen está basado en la ignorancia y en una mala educación. Un individuo a quien se le educa y fomenta el respeto y el completo entendimiento de la otredad no discrimina, si insulta (porque somos seres humanos racionales pero no por esto no emotivos) lo hará sin utilizar arquetipos que de principio logra distinguir como falsos y excluyentes. Considero que exigirle a alguien respeto por una mal llamada “minoría” no es censura, simplemente es romper con la costumbre de etiquetar, sobajar y discriminar al otro sólo por ser diferente a nosotros. Cambiemos ese antiguo modo de ver las cosas. Recordemos que no por ser una costumbre quiere decir que es correcto y que así debe ser para siempre. Los debates se ganan con argumentos, no con insultos y mucho menos esos estigmas que venimos acarreando sólo porque no nos hemos dado la oportunidad de conocer la historia, las enfermedades o las personas.

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