miércoles, 25 de agosto de 2010

Problemas de memoria.

Publicado en Club de Lilith el 24 de agosto del 2010

Anteriormente hablé del partido de futbol como preámbulo a los festejos del Bicentenario. Controversial festejo del que el Gobierno Federal afirma justificará peso por peso de los 580 millones invertidos. Sin embargo, el problema no es la celebración sino el ¿qué celebramos? Y ¿Cómo lo celebramos?

Nadie puede negar que para México la conmemoración de 200 años de Independencia es simbólico y emotivo. Es evidente lo importante, si no es que indispensable, de recordar la edad que México tiene como Nación y claro sería el momento preciso para hacer historia y aprender de la historia. No obstante, al revisar el cúmulo de eventos calendarizados para celebrar tal acontecimiento nos encontramos con demasiadas incongruencias. Dada la dimensión del evento podría generarse una cantidad impresionante de empleos temporales, sucede todo lo contrario: se hace un llamado a “quien quiera festejar” y se les otorga el nombre de: “vountarios”. Parte de la suma de dinero que se podría emplear para esos sueldos se gastará en “banderitas” las cuales se regalarán a los asistentes.

Como ya he mencionado, el significado de la celebración es la autocrítica y me refiero específicamente al reconocimiento de la historia: ¿Hemos logrado la madurez y autosuficiencia planteada como “objetivo” en la Independencia? ¿Se tiene un avance y apoyo en la labor del campo, es decir, lo exigido en la Revolución? ¿Se respetan los derechos de cada mexicano?¿Cada mexicano entiende el sentido de la palabra: ciudadano?

Hace a penas unos días se realizó una dura crítica a la canción escrita para celebrar el Bicentenario llamada “El futuro es milenario” interpretada por Aleks Syntek y escrita por jaime López. http://www.youtube.com/watch?v=Ij2HZtRcb8I Causa polémica el hecho de que en la letra de la canción no exista siquiera un reflejo o guiño nacional, es decir, no se retrata ni al país ni a las circunstancias en las que vive el país ¿no es parte del sentido de celebrar saber quiénes somos?

Jacques Le Goff escribió en “Memoria”:“La memoria es un elemento escencial de lo que ahora se suele llamar identidad individual o colectiva, cuya búsqueda es una de las actividades fundamentales de los individuos y de las sociedades de hoy, en la fiebre y en la angustia”. Por ende, si parte del festejo es celebrar quienes somos ahora es completamente necesario recurrir a la memoria, a la identidad. Tristemente, en la celebración no encontramos algo que se pueda llamar “nuestro” o que podamos identificar como un “nosotros”.

A riesgo de ser repetitiva, parte del problema nacional, y lo sabemos de sobra, es la falta de memoria, ¿no podríamos celebrar poniendo bien en claro que necesitamos un cambio? Un cambio implica formar parte activa en el proyecto de nacion. Exigir que todas las injusticias que vivimos en estos momentos y que nos merman sean resueltos. Tenemos tantos mexicanos clamando justicia: madres y mujeres solidarias con las muertas de Juárez, padres y mexicanos solidarios con los padres de la Guardería ABC, los mexicanos que exigimos una resolución clara en la lucha contra el narcotráfico, mexicanos que exigimos alto a la protección a empresarios que en lugar de abrir empleos con sus empresas se enriquecen y declaran en quiebra. Mexicanos que extrañan a sus seres queridos porque éstos debieron irse a buscar oportunidades negadas en su propio país... mexicanos ¿somos sólo aquellos que gritarán ¡viva México! En septiembre? ¿hay algo de este México en ese sha lalala lalá en la canción conmemorativa?

Finalmente Gerda Lerner indica en “La necessitá della storia e il mestiere di storico”: “La historia es algo más que memoria colectiva: es memoria formada y construida para tener significado. Este proceso a través del cual los seres humanos conservan e interpretan el pasado y luego lo reinterpretan a la luz de nuevos interrogantes, es “hacer historia”. No es un lujo intelectual superfluo; hacer historia es necesidad social”

No es un lujo conocer la historia de nuestro México ni es un lujo cuestionar y exigir a nuestros dirigentes. Es parte de crear nuestra propia historia, porque a 200 años de nuestra libertad tenemos retos en puerta y asuntos atrasados que no podemos aplazar. La pregunta general sería ¿esa celebración tan publicitada realmente está interpretando lo que fuimos y nos muestra lo que seremos? No desviemos la mirada en falsos reflejos.

Larra, el Bicentenario y la Felicidad.


Publicado en Club de Lilith el 12 de agosto del 2010

El día de ayer se llevó a cabo un partido de futbol conmemorativo entre la selección de España y México, como de la serie de actividades registradas para celebrar el Bicentenario de la Independencia de México. El partido calificado de “simbólico” tuvo un marcador final de 1-1, es decir, favorable dentro de lo políticamente correcto. Se escuchan durante el partido y en las calles frases que aluden a la revancha por la Conquista o que ven con cierto coraje a la selección española. Lo cierto es que la Conquista sucedió en 1521 y justo celebramos 200 años de Independencia, en esos 200 años no ha sido posible asimilar el proceso de aculturación, como tampoco hemos obtenido un sincretismo cultural, pues no se ha apoyado eficientemente el rescate de las tradiciones indígenas las cuales desconocemos, no se les ha protegido y otorgado sus derechos, todo lo contrario se les ha marginado, entonces me pregunto ¿cuál es ese “coraje” que aún ebulle en algunos mexicanos? Y lo que es peor ¿qué tipo de educación hemos tenido estos años para no comprender la historia y asimilar lo que nos falta por construir como Nación?

Mariano José de Larra cuestiona a España y su imagen cuando publica el artículo “Las ventajas de las cosas a medio hacer” en La Revista Española el 16 de marzo de 1834, dicho artículo queda ad hoc a la situación actual mexicana. En dicho artículo Mariano José de Larra hace una analogía entre la frase “suele decirse que nadie tiene más edad que la que representa” con la imagen que España reflejaba en ese tiempo, es decir, ha vivido tantos cambios y conflictos políticos pero aparece en cada cambio “joven” como “si volviera a vivir”. Sin embargo pese a los cambios que ha sufrido su país éste no ha alcanzado la “felicidad”.

La felicidad, como se muestra en el artículo de Larra, es interpretada de forma diferente en cada cambio de temporada por ello no se logra establecer una idea de gobierno eficiente y trabajar en ella, porque todo se queda a medias, nada trasciende, así como los gobiernos cambian también sus mentiras acerca de esa “felicidad” .

Señalo algunos ejemplos, menciona Larra que en el Año 8 su Gobierno decía que la felicidad estaba a manos del “dispensador supremo de la dicha de los pueblos” (Napoleón), pero para el año 14 su Gobierno indicaba que sólo el “legítimo Rey con su legítima libertad” eran indispensables para alcanzar la felicidad. Los años y gobiernos cambian en España así como la idea de felicidad, llegamos al año 34 y la nación “abre los ojos por quinta vez” para entender que la felicidad sólo “puede depender de la representación nacional y que un gobierno absoluto no es la piedra filosofal”. Finalmente se ha descubierto que la felicidad manejada fue una mentira “bien trovada”(viejo proverbio que implica: si no es verdad está bien expresado) como lo es la frase del inicio: “nadie tiene más edad que la que representa”. España no era la chica lozana resurgiendo a cada cambio, había sufrido y experimentado cambios políticos, entonces: ¿dónde estaba entonces el aprendizaje? ¿Por qué no se hicieron las cosas bien desde un principio?¿Por qué no buscar la felicidad desde el año 8 y no hasta el 34?

En México podríamos cuestionarnos aquello que se preguntó Larra hace 176 años, casi nada, ¿Es México tan joven como quiere aparentar? Si observamos en retrospectiva, han transcurrido 200 años en los que tratamos de forjar una Nación libre y feliz, México ha experimentado diferentes cambios y de los mismos debimos aprender, no nos hizo felices un imperio y tampoco un dictador, resurgimos con el Cardenismo y nos mantenemos buscando la felicidad con la democracia. Sin embargo el gobierno nos sigue diciendo dónde se encuentra la felicidad pero esa felicidad es como menciona Larra: una mentira bien trovada, ahora seremos felices si combatimos el narcotráfico, por ejemplo.

Llego a una conclusión, obvia quizá, México a pesar de toda la experiencia que posee no ha despertado del todo. No logra ver en su totalidad que la importancia de la felicidad no se haya en un discurso que justifique los actos, sino que debemos buscar políticos que con hechos demuestre el porqué es representante de su pueblo. Creemos todavía en esas mentiras bien trovadas como “los peligros para la nación” pues sólo nos fijamos en los discursos. Y cuando buscamos un culpable, porque siempre debe existir alguno, dejamos que sea aquel estafador a quien creímos y no los crédulos que basaron su información en un dicho.

Seguimos gritando en alto nuestra celebración de Independencia y apenas hace 100 años se buscaba “tierra y libertad” ¿Qué nos dejó esa revolución? A 100 años descubrimos que la lucha no sólo se olvidó sino que no se cumplió la mayoría de los objetivos de esa lucha. La falta de seguimiento a las necesidades del pueblo y a las acciones que en su momento brindaron resultados reales ha sido nuestra forma de dejar las cosas a medias, supongo, al igual que lo menciona Larra en su artículo, dejamos esas cosas a medias porque de otra forma ya no tendríamos más por hacer (ironía absoluta). Por otra parte nos dejamos influir en nuestros actos como ciudadano por terceros, es decir, en el siglo XVIII y XIX la Iglesia influía en el pensamiento del pueblo ahora lo hacen lo medios de comunicación vendidos a los intereses de unos cuantos, nosotros en este quehacer a medias seguimos pasivamente lo que alguien más menciona sin corroborar si los hechos son congruentes con la supuesta “ideología” de los políticos.

Porque no importa la apariencia de un pueblo si no es capaz de reconocer en su historia los errores que lo han apartado de la felicidad. La felicidad tampoco depende de la acción del Gobierno como proveedor, es resultado deuna acción conjunta que requiere inflexibilidad al exigir honestidad en nuestros representantes basándonos al juzgarlos en sus actos. Además debemos entender que una Nación madura (felicidad) no es posible sin equidad de derechos y entendimiento de la otredad.

No a la discriminación


Publicado en Club de Lilith el 1o. de agosto de 2010

Nunca como hoy las palabras intolerancia, discriminación y censura se han difundido tanto en las redes sociales. El señor Gerardo Fernández Noroña ha llamado a uno de sus interlocutores en Twitter “subnormal” “down” y “mongol”. En respueta, La periodista Katia D'Artigues se ha quejado del diputado Noroña ante el Consejo contra la Discriminación, acto que se tomó por un sector de los usuarios en Twitter como censura y por otros como una lucha por la no discriminación. Sin embargo no ha sido el único comentario desafortunado por parte de un político en nuestro país, recordemos aquél que hiciera el entonces Presidente Fox: “lavadoras de dos patas”.

El punto central en este asunto es lo acostumbrados que estamos como sociedad a escuchar que alguien utilice este tipo de términos peyorativos a manera de insulto, siendo que algo tan insignificante como un insulto de esta categoría trae toda una carga educativa e ideológica detrás.

Citemos algunos ejemplos, los niños a quienes se ha llamado “nenitas” por llorar o ser sensibles, es un comentario común, en apariencia no agrede al niño, pese a esto “nenita” hace referencia a ese estereotipo creado por la educación patriarcal en la que sólo se permite a las mujeres ser emotivas y sensibles, limitando de forma casi inperceptible la expresión del niño como individuo libre. Éste no es el único comentario peyorativo para hacer referencia a la mujer pero sí el clásico

Se hacen también comentarios sobre la condición sexual de las personas, las palabras “jotos” “marimachas” e incluso “pervertidos” se han utilizado para ofender y poner en duda la sexualidad del receptor como si la condición homosexual, transexual o trasvesti fuera en sí una ofensa. Al respecto hay quien puede no sentirse ofendido al recibir los calificativos antes mencionados sin embargo trae consigo toda una serie de creencias mal fundadas, el asociar “homosexual” con “perversión” por ejemplo forma parte del argumento utilizado por cierto sector de la sociedad para oponerse al matrimonio entre las personas del mismo sexo y la posibilidad de adopción.

Discriminamos a los gordos. ¿risible? México tiene un grave poblema de obesidad y como problema de salud debe ser controlado. Al respecto deben difundirse medidas de prevensión como el mantener un hábito alimenticio adecuado. Tenemos además otra realidad, ¿la frase “excelente presentación” les suena familiar? Es una de las cláusulas incluidas por las empresas en las bolsas de trabajo. En algunos casos los solicitantes elegidos lo son no por su aptitud sino por su apariencia. En ese sentido ¿no podríamos decir que discriminamos no sólo a los gordos sino a los que no cubren cierto estándar de belleza? Las revistas “de moda” bombardean a diario un estereotipo de mujer que pone bajo presión no sólo a las modelos, también a las jóvenes no olvidemos el caso de Anahí, lo menciono por ser el más reciente.

Otro ejemplo. Como parte del caló de los mexicanos utilizamos palabras como “naco”, “indio” o “malinchista” para referirnos a las personas desagradables. En México la discriminación a la población indígena es un problema latente, ¿catalogar a alguien como indio sólo por la apariencia no es discriminación? El término “malinchista” nos remite a la historia, pero quien lo usa ¿conoce su historia? En la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España Bernal Díaz del Castillo narra cómo Malinalli es hija de un noble o cacique quien muere cuando Malitzin es todavía una niña por lo que su madre se casa con otro cacique. Dicho matrimonio tiene un hijo a quien quieren otorgarle el cacicazgo y Malitizin estorba, deciden entonces correr el rumor de que Malinalli ha muerto para ocultar que la entregaron a unos indios de Xicalango siendo éstos quienes finalmente la ofrecieron a Cortés como esclava. Malitzin logra salvar su vida al conocer las lenguas de los diferentes pueblos con los que Cortés hace trato, ¿a quién debe lealtad Malintzin para ser señalada como traidora?( esta información se encuentra en Capítulo XXXVII de la obra antes citada) Por si esto fuera poco, doña Marina no es Malinche sino Cortés, es en Tlaxcala donde Xicotencatl el viejo llama a Cortés “Malinchi” (Obra antes citada Capítulo LXXIV). ¿Por qué permitir entonces que se utilice un término que es completamente obsoleto? Además de que el uso sólo puede mostrar ignorancia, ¿será para continuar con el arquetipo de la mujer como sinónimo de maldad y traición?

Recientemente el actor Ari Telch fue objeto de burla al señalar su bipolaridad, cuando la bipolaridad es un padecimiento psiquiátrico, las acciones obsesivas del sujeto no son controladas, el paciente presenta períodos maníacos y otros depresivos, el tratamiento es complejo, la lucha constante, si minimizamos el problema con burlas ¿no corremos el riesgo de difundir un mensaje erróneo?

Un caso parecido fue el de Germán Fernández Noroña al llamar a un twittero “down”. El síndrome de Down es una alteración genética del cromosoma 21, es decir hay tres cromosomas 21 en lugar del par. Entendemos ahora que hay personas con “capacidades diferentes” por quienes se ha exigido derechos y no ha sido sencillo fomentar la cultura de la no discriminación. La colocación de rampas en escuelas, incluso la creación escuelas especiales en las que se enseñan oficios a personas con síndrome de Down ha roto con la idea de que poseen retraso mental severo. En Burguer King yo tabajé con una niña con síndrome de Down que estaba encargada del comedor, en otra sucursal un chico atendía a los clientes en la caja registradora. ¿por qué entonces utilizar burlas que fomentan la discriminación?

La ley SB1070 en Arizona nos remite a un problema político y social: los inmigrantes. Si bien como asunto legal y político tiene su razón de ser, lo que es criticable es el estereotipo creado el cual no es siquiera: ilegal-delincuente, sino: latino-delincuente. Puesto que se detiene a las personas por “dudas razonables” es decir por su apariencia. Esto en un país con antecedentes de esclavitud, donde se ha marginado a la población de raza negra y donde a pesar de contar con una población multiracial no se ha terminado de entender la otredad, realmente coloca en riesgo y bajo la mira a un sector de esa población: los latinos.

A reserva de que resulte exagerada esta serie de planteamientos, ¿podríamos negar el fondo real de los comentarios? Es obvio que si vemos sólo un caso y lo descontextualizamos pareciera exagerado, pero omitimos que cada uno de estos comentarios tuvieron un origen. Lamentablemente ese origen está basado en la ignorancia y en una mala educación. Un individuo a quien se le educa y fomenta el respeto y el completo entendimiento de la otredad no discrimina, si insulta (porque somos seres humanos racionales pero no por esto no emotivos) lo hará sin utilizar arquetipos que de principio logra distinguir como falsos y excluyentes. Considero que exigirle a alguien respeto por una mal llamada “minoría” no es censura, simplemente es romper con la costumbre de etiquetar, sobajar y discriminar al otro sólo por ser diferente a nosotros. Cambiemos ese antiguo modo de ver las cosas. Recordemos que no por ser una costumbre quiere decir que es correcto y que así debe ser para siempre. Los debates se ganan con argumentos, no con insultos y mucho menos esos estigmas que venimos acarreando sólo porque no nos hemos dado la oportunidad de conocer la historia, las enfermedades o las personas.

Por una vida sin violencia para la mujer.

Publicado en SDPnoticias el 23 de junio del 2010


La columna de hoy es concretamente vivencial, una serie de ejemplos con los cuales intento crear conciencia en cada mujer acerca de sus derechos y sobre todo mostrarles que la violencia no es sólo la física. Cuando decidí mi proyecto de tesis y elegí a Rosario Castellanos me pregunté si realmente era vigente criticar la educación para la mujer mexicana, tomando en cuenta que ya estamos en pleno siglo XXI, sin embargo hace un par de meses una compañera de la Universidad fue golpeada brutalmente por quien se presume era su novio, los profesores se organizaron y cuestionaron a los alumnos hasta encontrar el nombre del responsable, pero dicho alumno “misteriosamente” decidió faltar de forma prolongada a clases, por tal motivo fue imposible someterlo a juicio, expulsarlo y entregarlo a las autoridades correspondientes.

Además del caso antes mencionado he conocido otros de mujeres que por mencionar algo: no conocen su cuerpo o estudian carreras para “señoritas” como literatura, gastronomía o pedagogía porque al final simplemente se casarán y se dedicarán a su familia.

Justo el día de hoy observo los siguientes casos:


Caso #1

Una chica está leyendo en el pasto del jardín de la Universidad a la que asisto, de repente tres individuos se acercan riéndose, élla sólo atina a decir: “pendejos”, mientras sujeta enfurecida el libro que se encuentra sobre su mochila. Uno de los jóvenes se inclina en el pasto queriéndola besar sin embargo ella lo rechaza desviando la cara, es su novio. El chico insiste, al obtener como respuesta sólo frases como déjame o vete decide arrebatarle el libro y la mochila para sentarse sobre sus piernas y continuar enérgicamente su insistencia de besarla. Los amigos, que hasta ahora siguen riendo, lanzan una risotada al ver que el “amigo” se le ha acostado encima a la chica. Ésta sólo atina a cruzar los brazos y continuar su desvío de los besos bruscos que el chico pretende imprimir en la boca sin tino a pesar de insistir por largo rato. Se cansa, decide sentarse en el pasto y los amigos dejan de reir para retirarse haciendo un ademán. La chica entonces sólo puede articular por la cólera “no me gusta lo que haces” y recibir en silencio las quejas del novio hasta que éste decide dejarla en paz marchándose.


Caso #2

En la salida del centro comercial se encuentra un matrimonio esperando su turno para cruzar la avenida, él carga al bebé y una bolsa pequeña de la tienda, ella camina un poquito más atrás con dos bolsas grandes. Luz verde, la pareja avanza hasta que el hombre se topa con una chica más joven de vestido corto que viene en sentido contrario, justo al momento que se cruzan él se acerca y le grita: ¡Mamacita! La joven no voltea, la esposa decide mirar hacia otro lado, él al notar que el bebé llora le grita a su mujer: pásame la botella (mamila). La esposa sólo calla y le pasa la mamila.

Durante el gobierno de don Porfirio se escribieron infinidad de manuales de conducta, incluso muchos de los intelectuales (en su mayoría escritores) a partir de esa época fueron nombrados “los amigos del bello sexo”, “los amigos de las señoritas mexicanas” ó “los admiradores de las señoritas mexicanas”, su función era aconsejar a la mujer y hacerle ver cuales eran las virtudes más admiradas por los caballeros por medio de folletines, suplementos semanales, manuales y novelas. Uno de esos “consejeros” es Manuel Payno, basta con observar sus personajes femeninos en “Los bandidos de Río Frío” para darnos cuenta en la disciplina impartida a las mujeres. Como si el género determinara las actividades para las cuales son capaces los individuos. Cuestiones como el sometimiento en todos sus aspectos nunca serán justificados y menos con quien se comparte un afecto.

Estas situaciones, que aclaro son reales, ejemplifican claramente el atraso que aún existe en cuanto a educación femenina se refiere pues aunque ya tenemos el derecho a la educación antes llamada “científica”, el derecho al voto y recientemente el derecho a decidir, cuestiones como la idealización de la mujer permanece (ama de casa que vive dedicada sólo para atender al marido y a los hijos sometiéndose completamente a su voluntad), de tal forma que su identidad y sus derechos se ven nulificados.

Las mujeres tenemos las mismas capacidades, derechos y obligaciones que los hombres, podemos decidir y una de esas desiciones es vivir sin violencia, de ningún tipo y sentido.

Les recomiendo que se acerquen y conozcan el sitio web de Vida sin violencia del Instituto Nacional para las Mujeres o directamente a la asociación específica para brindarles apoyo:

http://www.e-mujeres.gob.mx/wb2/eMex/eMex_Directorios_para_asesoria_juridica_en_apoyo_a


Eduquemos a nuestras hijas para que tengan la capacidad de decir “no” “basta” y tengan el valor para denunciar actos violentos, por una vida sin más violencia.

Nuestra hermosa capital. Buñuel, López, Vargas y Monsiváis.

Publicado en SDPnoticias el 21 de junio del 2010.


Diferentes artistas han mostrado, desde su género y estilo, las consecuencias del correr del tiempo en la sociedad y estructura de nuestra hermosa capital. Hablaré de personajes como el cineasta Luis Buñuel, el dramaturgo Willebaldo López, el dibujante (o monero) Gabriel Vargas y finalmente Carlos Monsiváis.

La modernidad avanza de forma que nuestra ciudad se ha visto modificada ¿quién no recuerda la película: Los olvidados de Luis Buñuel? Lamentablemente, como lo refleja la película, la ciudad camina al ritmo de la modernidad y relega a un sector que no puede seguirle el paso: la clase baja, los olvidados. Dicho sector pierde cada día mas oportunidades y es víctima de vicios, de la crueldad pero también de la indiferencia de aquellos que no son tan diferentes sin embargo tienen la fortuna de tener un poquito más, es decir, un sueldo mal pagado. En otros casos, el desconocimiento de las familias al verse forzadas a un trabajo arduo sin suficiente remuneración. En su película Luis Buñuel nos hace notar que no sólo se incrementa la brecha que separa las clases altas y bajas, también desplazamos a un grupo numeroso: los campesinos.

En clase de Teatro hispanoamericano del siglo XX nuestro profesor Jesús Eduardo García Castillos incluyó acertadamente la obra Los arrieros con sus burros por la hermosa capital de Willebaldo López quien, a la par de Luis Buñuel, refleja como esa masa enorme llamada urbe modifica creencias, costumbres, lenguaje e incluso nuestra visión de “el otro” a quien por ser diferente rechazamos. Así, padre e hijo deben salir de su lugar de origen para caminar por las calles de la ciudad y vender de alguna manera su leña, puesto que es su único sustento. En la travesía son rechazados, humillados e incluso este par de campesinos al notar el cambio de ambiente en la gran ciudad deciden agregar la palabra anglosajona: company su “microempresa” de venta de leña, lo hacen sin saber lo que significa, sólo por intuición y por creer que así tendrán un cambio. ¿El final? Les recomiendo la obra y les aseguro que les hará reflexionar:¿cuántas veces han visto que se discrimina a alguien sólo por defender su tradición?¿cuántas veces hemos juzgado a los demás por ser diferentes?

A Gabriel Vargas en cambio lo recuerdo con afecto. Cubrió mi niñez de alegría con cada historieta de su autoría. ¡Cómo olvidar a la familia Burrón! A esa familia luchona de clase baja, obviamente a esa edad no entendía ese cierto toque de ironía, o la intención real de su obra, sin embargo, a pesar de lo triste las situaciones (no tener suficiente para la comida, encontrarse sin trabajo) las cualidades positivas del mexicano (o chilango) como el optimismo, la honestidad y la solidaridad brotaban en cada número de la revista. El lenguaje de los personajes es parte importante en su obra. Jamás olvidaré la casa ubicada en nuestra hermosa capital, en Callejón del Cuajo número chorrocientos chochenta y chocho.

Finalmente nuestra reciente pérdida: Carlos Monsiváis, escritor. No es necesario quizá mencionar que en el museo “El estanquillo” se ha preocupado por rescatar la cultura popular. Comprometido con la historia de nuestra hermosa capital, así como con la justicia, nunca pasó por alto la matanza de estudiantes en 1968 en Tlatelolco. Trató siempre que sus afiliaciones políticas y sociales fueran congruentes con sus pensamientos, escritos y obras. Al respecto sólo cuestionaré un poco su coqueteo con Televisa. Pero jamás olvidaré , como muchos de ustedes, la forma en que puso a Esteban Arce en su lugar sin que éste se diera cuenta al decirle que su programa, entonces El calabozo, era: “la escencia de la televisión mexicana”.

La mejor forma de mostrar elocuencia de Monsiváis para retratar a nuestra hermosa capital es retomando sus palabras, en este caso de sus Días de guardar, publicación de 1970 y en la que apunta:

El país en ascenso. ¿Dónde se localiza su personalidad moderna? En el crecimiento de la industria, en el desenvolvimiento de la banca, en el impulso desarrollista de las ciudades. México y la explosión demográfica. México y el auge de la burgesía nacional. México y las inversiones extrangeras. La dimensión contemporánea se ve estimulada a contrario sensu por las nuevas subculturas y, de modo afirmativo, por el estallido que deposita en cada hogar, automóviles y refrigeradores. El retrato de la burguesía incluye sus pretenciones y sus incertidumbres. Venga a nos el universo concentracionario de los hoteles disneylándicos: Continental Hilton, María Isabel Sheraton, Fiesta Palace. Venga a nos el reino de los grandes almacenes y las cadenas de restaurantes, el reino de Dennys, Sanborns, Aunt Jemima, Aurrerá, Minimax, las boutiques y los supermercados, la televisión a colores y el autoestereo, las tarjetas de crédito y las giras de veintiún días por el viejo continente. Pero también venga a nos el reino de los psicoanalistas y la quiromancia, de los tranquilizantes y el terror a no pertenecer. La burguesía se ha trazado un plan de ataque, de apropiación de seguridades y grandezas.(...)Pero desde una perspectiva, nada logra disminuir o atenuar el peso específico de los hechos y a la luz del 2 de octubre la historia de los años reciente cobra otra significación. Un acto represivo ilumina un panorama por esa virtud de las situaciones límite que esencializan y concentran. 1968, dice Octavio Paz, fue un año axial. No explicó al país de modo sustantivo, nos despojó de la adjetivación. Obviedades para el manejo del pesimismo...

Hoy por hoy nuestra ciudad se encuentra en las mismas condiciones, pero podemos notar que ese “manejo del pesimismo” debemos aplicarlo también a una situación nacional que pareciera agravarse día a día. Pero nuestra hermosa capital se levanta con cálida mezcla de modernidad y palacios antiguos. Rescatemos aquello que los artistas antes mencionados han tratado de enfatizar: el coraje ante la adversidad, el optimismo, la honestidad. Póngamos solución a la pérdidad de identidad. Recordemos que como pueblo tenemos necesidades específicas. Notemos la riqueza de nuestras costumbres, la ciudad de México es un paraíso cultural, Monsiváis lo comprobó al caminar plácidamente a través de sus calles. Sobretodo no adoptemos ese manejo del pesimismo porque es un pequeño paso a la pérdida de memoria y una ciudad o país sin memoria jamás analizará su pasado para vencer a los monstruos que se erigen en el presente.

Epitafio para José Saramago.

Publicado en SDPnoticias el 19 de junio del 2010.


El encuentro con un escritor siempre es casual, mi punto de partida es El hombre duplicado. A partir de ese momento me pregunto: ¿dónde vivirán aquellos que llevan mis propios rasgos? Y cuando en la calle encuentro un rostro conocido es Saramago el nombre que recorre mi mente.

Imaginar por ejemplo, los diferentes obstáculos que una sociedad debería aprender a superar para no mutilarse o extinguirse recorren las líneas metafóricas de Ensayo sobre la ceguera y Ensayo sobre la lucidez. Entonces encontramos a un José Saramago que nos enfrenta a nuestros monstruos, a la maldad que divide, al individualismo que no permite superarnos y lo hace de una forma tan verosímil que nos recuerdo a Segismundo y la vida es sueño pues esa “ficción” podría ser perfectamente una realidad que nos dejaría enseñanzas si tan sólo las tomaramos en cuenta.

Comprometido socialmente, predica con el ejemplo. Respeta las letras y a los individuos. Es claro cuando afirma que no debemos olvidar nuestra infancia. Saramago nunca deja de ser niño. Se cuestiona, crea, es bondadoso. No nos asombren entonces obras como El evangelio según Jesucristo ó Caín. Aún no entiendo la ofensa de los católicos y me permito aquí hacer un paréntesis: ¿No es más ofensiva una iglesia que no aleja a los sacerdotes pederastas de los niños? Ó ¿a quién detiene las manos en pleno holocausto? Saramago en cambio con la elocuencia de un novelista, utiliza artificios de tiempo, de imágenes, entrelaza historias para cuestionar un poco la ya de por sí reinterpretada historia. Caín se abre entonces ante nuestros ojos como un juego temporal en el que el personaje principal de Saramago es puesto a prueba hasta el límite. El creador pone a prueba su criatura de la misma forma que lo hace Dios.

Pero la bondad infantil de Saramago se vierte no sólo en la amplia herencia narrativa que nos deja, también la muestra en su poesía poco conocida, al menos en menor grado que su prosa. Veamos el epitafio dedicado a Luís de Camões en su poemario titulado Los poemas posibles:

¿Qué sabemos de ti, si tan sólo dejaste versos,

qué memoria quedó en el mundo que viviste?
¿Del nacer al morir ganaste un día

o perdieron tu vida los versos que escribiste?

En ese mismo desamparo hemos quedado nosotros con tu pérdida José Saramago ¿Cómo abrazar al pueblo portugués si esta pérdida nos duele a tantos? Cada libro escrito queda como una moraleja para no perder la palabra justa que encierra, mas no oprime, el sentido literario y de vida para Saramago, repito: el compromiso. Compromiso con la voz que viaja a través de los signos lingüísticos y que dejan una huella a quienes lo leen. Compromiso porque hasta el último momento fue congruente con sus ideales literarios, políticos y sociales, y lo digo sin calificarlos.

¿Qué palabras concederle a un Nobel cuando él mismo ya nos escribió su despedida en su poemario El amor de los otros? No me queda más que dejarles a ustedes ese pedacito subjetivo de Saramago en mis lecturas y compartirles esa poesía que podría utilizar para decirnos hasta siempre.

“A ti regreso, mar”.

A ti regreso, mar, al sabor fuerte

de la sal que el viento trae hasta mi boca,

a tu claridad, a esta suerte

que me fue dada de olvidar la muerte

aun sabiendo que la vida es poca.


A ti regreso, mar, cuerpo tendido,

a tu poder de paz y tempestad,

a tu clamor de dios encadenado

de tierra femenina rodeado,

cautivo de la propia libertad.


A ti regreso, mar, como quien sabe

de esa tu lección de sacar provecho.

Y antes de que la vida se me acabe,

de toda el agua que en la tierra cabe,

en voluntad tornada armaré el pecho